Además de una discapacidad física o intelectual, la parálisis cerebral suele traer a la par otras dificultades:
Sensitivas
- Como la Astereognosia (no reconocimiento del objeto puesto en la mano) o la Asomatognosia (no se reconoce adecuadamente el propio cuerpo).
Tróficos
- Con disminución del volumen y talla de los miembros paréticos, y una frecuente asociación con trastornos vasculares (frialdad y cianosis)
Óseas
- Debido al desequilibrio de la fuerza muscular o a la misma posición por un tiempo prolongado, es frecuente en este tipo de personas las subluxaciones y luxaciones de caderas, la disminución de la amplitud de extensión de rodillas o codos, escoliosis o curvas cifóticas (curvatura de la espalda) o pies cavos.
Lenguaje
- El habla depende de la habilidad para controlar los pequeños músculos de la boca, la lengua, el paladar y la cavidad bucal. Por esta razón, la parálisis cerebral dificulta la capacidad de habla que tienen las personas con esta discapacidad, y suelen tener problemas de masticación y/o disfagia (dificultad para tragar).
Motricidad Intestinal
- Es frecuentes el estreñimiento crónico debido a la ausencia o disminución de la motricidad general.
Conductuales
- la falta de concentración y/o atención se encuentran el comportamiento agresivo o autolesivo, la abulia (pasividad, falta de iniciativa, inhibición o miedo al mundo exterior) o la estereotipias (hábitos atípicos y repetitivos).
Emocionales
- Ya que el trastorno motor provoca una mala adaptación al entorno social, un aislamiento, estigmatización social aumentando así las probabilidades de desarrollar trastornos psicológicos y emocionales, trastornos del humor (depresión, vulnerabilidad en la adolescencia), ansiedad, hiperemotividad, inmadurez afectiva (discordancia entre la evolución afectiva y el nivel intelectual).
Aprendizaje
- Aunque algunas personas con parálisis cerebral pueden tener discapacidad intelectual o necesidades especiales de aprendizaje, esto no es siempre así, pudiendo tener incluso coeficientes de inteligencia más altos de lo normal.
Percepción espacial
- Algunas personas con parálisis cerebral no pueden percibir el espacio para relacionarlo con sus propios cuerpos, no pudiendo, por ejemplo, calcular las distancias, o pensar espacialmente, como construir visualmente en tres dimensiones.
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